Fin de semana tranquilo, a bordo del Faluca II. Justo entre dos puentes en Madrid, y con poco tráfico hacia Levante. El mar, apto para todo tipo de sensibilidades y estómagos. Fuimos con mar de popa casi toda la travesía, y el viento tampoco nos dejó exprimir al máximo el velamen. El objetivo de este fin de semana (ir un poco más allá en probar nuestras capacidades marineras estando “al mando”) se cumplió sobradamente: fondeos (y desfondeos) exitosos a la primera, noche fondeados en cala, embarcación auxiliar con motor, atraco en boya, e incluso baño en alta mar (si no sopla viento de navegar, es que hace tiempo de bañarse).
Siguiendo los consejos de un gran conocedor de la zona, salimos de Denia, y paramos a comer en Granadella (1), una cala espectacular y que yo sólo conocía por Instagram (y sin haberlo preparado, me ha salido un pareado), para seguir la travesía hacia el Sur y fondear en El Portet (2) en Moraira. Al día siguiente, vuelta hacia el norte, baño a un par de millas de tierra (el mar era una piscina de agua salada), y rumbo a Jávea a practicar atraque en boyas (3) y comer. Por la tarde, tras cruzar el cabo de San Antonio, por fin subió el viento (en el puerto esto no parecía tan buena idea), e hicimos un par de virajes por aquello de ponerle un poco de salsa, a puerto y de vuelta a casa,